viernes, 25 de febrero de 2011

Descongélame cuando seamos eternos.



¡Ahora! – Debía haber sido acorde al pálpito. Desvanecerse entre la arena fría de la orilla, lejana de nuevo. Puedes romperte rodillas y nudillos contra el suelo de asfalto, entre caravanas ambulantes llenas de luces, buscando el boleto premiado, pero el fiel perro se marchó y sólo te queda el título de piloto, dime ¿qué piensas hacer? Espera, no me lo digas, serías incapaz de oír mi respuesta y perdería la voz en ella, voy de farol. Rompiendo farolas entre las sombras cobardes de la noche y alguna luna de otro planeta, infectada gravemente.

 No lo sabes aún, pero me comí la casita de caramelo y me fui de copas con la bruja, a pesar de que no suelo beber. En un último tumbo por la calle me abrí en canal al anudarme a un puente y saltar, las costuras cedieron, el hilo no se quebró y tuve que devorar nubes para recuperar el relleno. Gané si es de tu interés el detalle, compré toneladas de hilo y me creé todo un mundo donde la acupuntura es  la norma clave para la supervivencia , como tus estúpidas necesidades básicas, en tu estúpido mundo, en tu estúpida vida, en tu grandioso brillo nuclear, enfermizo, radioactivo, irresistible.

No moriremos del todo, mala hierba nunca muere, avivaremos fuegos incendiarios y nos sumiremos en el espantoso haz de luz de las estrellas fugaces sobre las que nos (des)deseamos, sobre las que surcamos la más cruda y fría percepción efímera, tan eterna que derivó a enfermedad. Nos preparamos para la guillotina, solamente deseo que no falle, que el filo sea la caricia cortante que se espera de él.

No me prometas el mundo, escríbeme poemas en la espalda y sigue dejando fluir la persuasión del silencio, ¿jugamos? Me esconderé en el congelador del sótano y si mi encuentras, hazme un favor, no me descongeles hasta que seamos eternos, y ya sabes que deseo fervorosamente no vivir para siempre, sólo vivir.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Hazme creer que puedo acariciar la luz del mundo y te invito a un café bien amargo.


Justifico y prolongo, todo puede ir a peor, como bandera y pretexto. Ondeo bajo la fuerza inclemente de la brisa hambrienta, que el mar bosteza en la somnolencia, sangre y mermelada. Sobre el rostro las plumas, no me dejan respirar, la línea es difusa entre el vuelo y la caída. Y la muerte ante los espejos, como una película donde una família de desconocidos se reúne a cenar libertad fría y sin aliñar. 

Nos saciamos a base de placebos, estómagos llenos de agua, barcos de plomo y guerra fría. Bajo la dictadura las miradas,  a complacer o a callar, según el contexto, mirar el suelo o el cielo para discernir, romperse o marcharse. Según viejos proverbios ya hace meses que ardemos, pero aún no nos hemos quemado, condenas estrictas, brujería de la buena, es justa la condena según sus leyes.

A las espaldas la frustración vampírica, que continuamente precisa de la sangre, su vida por la mía, a golpes contra los reflejos en el agua, báñate conmigo.

No pienso recordar por pretensión musical, explícitamente, como yacerás, con la lluvia de fondo. Suele llover en primavera sobre las flores y malas hierbas, sobretodo malas hierbas. Cerciorarse no es necesario, no hay margen temporal para predecir, la eternidad de bruces en medio de la autopista sangrienta. Échale la culpa al tiempo, perturbado, descontrolado, sin medida, sin poder comprender las nuevas horas, minutos y segundos. Mirábamos el reloj y al frente, eso evitó el choque .Llegas tarde ¿necesitas la confirmación incesante?

Bébete la loca cordura mediante la capacidad sensitiva, abandonémonos y quizá de un estirón de soga nos volvamos a encontrar, de nuevo, en la quema de brujas.

martes, 22 de febrero de 2011

Orden es una palabra enferma, polisémica.


Poniendo a prueba mi entereza,
no me voy a quebrar,
a pesar de mi aspecto de colador;
Vislumbras el amanecer
a través de mí.

Un intervalo de duda.
Aprieta el gatillo,
o acércate,
punto de infección crucial,
tendrá que llover formol.

Las extremidades en éxtasis,
como si el caos pudiera desvanecerse,
como si la fatalidad del movimiento
-lleno de pánico-
pudiera reestablecer el orden.

A bocajarro con la intensidad, 
contigua, la metamorfosis epidérmica.


jueves, 17 de febrero de 2011

Reto


Como moscas ante el dulce o mosquitos ante la luz, vamos cayendo dando torpes golpes al aire hasta posarnos sobre la tierra húmeda en posición yaciente, inmóviles, mirando al vacío.

Las pretensiones y trivialidades, el luto eterno de las almas, bien para aparentar, bien para dejar de afrontar. A estirones la piel se desgarra y los músculos se tensan rozando el  éxtasis, pero cuando toca el alma, cuidado, el desangre es inmediato.Cuéntales a todos que vale la pena..., de cuando nos giramos la cara y hacemos naumaquias entre barcos de papel o de nueces. Nos quebramos el alma a dos manos.

Arderán las velas y el mástil quedará desnudo, perdidos a la divina voluntad del mar, la orilla el azar del amanecer. Vislumbraste tierras repletas de arena, fatiga tanto andar sobre la arena. Faquires sin experiencia, traga cuchillos y pisa brasas.

Los dulces sueños podrían romper la dieta, seremos Freddy Kruger en una fiesta infantil, ¿de quién es el cumpleaños?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Para la libertad...Miguel Hernández y la búsqueda de Odiseo.

Porque soy como el árbol talado, que retoño:
 porque aún tengo la vida.
Para la libertad


Hace tres años, a las mismas horas intempestivas, acababa un trabajo sobre Benicàssim, escuchaba -recuerdo- la entrevista sobre la guerra civil y el franquismo que realicé a mi abuelo, por aquél entonces todavía sobre el sillón dándome asiento -ya no-. Sonó también nanas de la cebolla, el poema escrito por Miguel Hernández a su hijo y su esposa desde la cárcel. Hoy retocaba un trabajo sobre el poeta y de nuevo el cosquilleo. 
Miguel Hernández perdió un hijo, se murió de hambre, mientras día a día luchaba en la prisión por no dejarse morir, su mujer y su otro hijo le escribían desde la desesperación del hambre, solamente tenían cebolla para comer.
Un poeta de izquierdas prisionero de una dictadura,que aún algunos se atreven a ensalzar. Respeto todo ideal  que no dañe la dignidad humana, aceptó la historia y me intereso por ella con la finalidad clara de aprender y no caer en el futuro, presa por una ignorancia que pude solventar, a eso me dedico. No tolero, no tengo tolerancia, para ver el vuelo de banderas que dañan todavía más gravemente nuestros valores y concepciones de democracia.

Bajo el pretexto del "nada servirá" la humanidad se ha dedicado a rehuir de sus obligaciones éticas, morales e ideológicas, obligaciones hacia la libertad -no es una contradicción-. Hace siglos que dejamos de ser afortunados/as Penélopes a los que un Odiseo aún joven les sorprende con su regreso y amor intacto. Ahora y desde hace décadas, que la espera debía haberse determinado vana, Odiseo nos espera frente a grandes retos a los que no puede enfrentarse Yy envejece cada vez más rápido si nos dedicamos a seguirlo desde la tumba de CNN+, GH 24h.

Miguel Hernández muriéndose de hambre entre la crueldad de una celda, estaba más vivo que nadie, porque nadie (rehuyendo de la treta Homérica) le pudo arrebatar su voz insistente a golpe de verso. Tenía esperanza, creencia acérrima en la libertad, lejana o cercana pero en la libertad, que no esperaba, buscaba. Muestra es el panegírico para libertarios, "para la libertad, sangro,lucho,pervivo..." regalado por esta figura poética.

Y ahora, tenemos la fortuna inmensa de poder formarnos, poco a poco, identificando la demagogia siempre tan dulce y convincente. Casualmente coincide el hecho con un letargo por momentos insultante. Permitimos que nos llamen ni-nis y salimos con drogas por televisión -vía rápida-, acabamos por creernos y asumir ese destino trágico que nos imponen las encuestas de empresas privadas,que trabajan para gobiernos siempre bajo cobijo, ¿cómo no estarlo con el alza del fracaso escolar?

Yo no pienso tomar parte de esos datos, no tengo la finalidad de servirles de utilidad en el futuro, no me importa si consideran que no lo soy, tengo la finalidad de cubrir mis inquietudes y no me refiero al consumo -siempre muy digestivo- o a placebos, me refiero a hacer aquello que esté en mi mano, a buscar a Odiseo y decirle que no camina solo.

Desde mi nimiedad e insignificancia tengo la referencia de grandes voces, voces muy diversas,  , tengo la capacidad de escuchar, discernir, y sobre todo de ACTUAR -unidireccionalmente, a mejorar el mundo-.

El youtube nos pasa tras "Nanas de la cebolla", el poema musicado por Serrat, el anuncio de nocilla.
Desde hoy dejo de comer nocilla oficialmente.

martes, 1 de febrero de 2011

Redención humanista.

 La imagen pertenece a Carlossadness(Shinoflow)

Desgarro gélido entre los robustos eucaliptos.
Metamorfosis perenne del tiempo 
                                              caduca,
voracidad impresiva.

Silencio ajedrecístico 
profundamente ajado,
causa directa,
orgía sonora de relojes,
                                     y el tic-tac sanguíneo.

Hipocondría emocional,
comitiva de falconiformes
y la acechante.
       Toque de queda.


El ser humano está condenado a ser infeliz por naturaleza. El deseo intrínseco a la médula, toda perfección , placebo sustancioso sin duda, es nimbada por la necesidad sensitiva de un porcentaje de seres que como función de supervivencia necesitan el sentir más de aquello ofrecido por la apariencia televisiva de familias comiendo cereales. 

Rompiendo la ambrosía, la predisposición profana de un deseo por saciar la inquietud, no nos encaja en complacencia nada y nada nos deriva a una perpetua felicidad. 

Nos resquebrajamos el alma, unos a otros nos desmigamos a ritmos procesionales y a la búsqueda continua, a la enseñanza de la relevancia del viaje y no de Ítaca, le añadimos la infelicidad perpétua de no encontrar aquello que fundamentalmente no queremos encontrar.

Vamos así, quebrando la calma, sin importar si la imposición fue interior o exteriormente forzada, abrimos grietas, cicatrices y precipicios, afortunados, sin duda.
 
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