Cuando todo está en paciencia
parece más bella la ecléctica mezcla
de surrealismo y jueves sin-más,
con una estación menos,
palomas ascendentes,
y este pesado cuerpo áptero descendente.
Cuando todo está en paciencia
y los cristales en destellos,
solo las puntadas rojas,
exactas puntadas rojas,
de un jersey darían la calma
apocalíptica al terrible desear,
incesante desear,
del dedo índice
que se abalanza sobre la sombra
de la agría lana de tu jersey.
Cuando todo está en paciencia,
enebro la ciudad,
me la coso a los pies
para poderla deslizar,
para poderla acariciar,
desear, odiar, recorrer...
para que arañe bien fuerte.
Cuando todo está en paciencia
es más mentira, más silencio,
más intriga...,
y me arropo,
y me olvido.