Se vistió con camisa de 1000 varas, varas de acero ardiente, si se agarra arde, si no se agarra el vacío, si se desviste ,no se quita la ropa. Seré sincera, el alma enloqueció y no hace más que dibujar en el vaho de un soplo a la realidad, una figura anteriormente conocida.
La arena infectó los pies,después las piernas, hasta que cayó derrotada ante la belleza natural y suprema del mundo.Alienada inspiró aire y vendió su alma a las agujas, prometió correr, correr bien rápido pero a cambio de pequeñas pausas temporales, pequeñas pausas para nada azarosas.Pausas explícitas.
No existe el horizonte, se jubiló, y ahora se dedica a escribir historias llenas de tópicos que se desmontan a cada golpe de tinta. Tinta que tiñó de desesperación, sana desesperación, una cabeza tan realista y tan estúpidamente ilusiva.
Esto jamás olerá a tostadas, esto no admite el jamás.
1 comentario:
@____@ aveces me cuesta trabajo entender tus escritos, porque de verdad me llevan tan tan lejos, que parecen sueños...
pero me encanta, me considero tu fan!!!
sabes, hay ciclos que nunca deberían de terminar, pero asi es la vida, esta llena de ciclos, lástima que los míos no vistan trajes, los míos son tan hippies, que ya imaginarás como es mi vida! jeje
un abrazo querida
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