La calle tiene los matices de la tiza derramada por la infancia, esconde depredadores en las alcantarillas y amontona secretos bajo las raíces de los árboles escasos y moribundos.
En la calle crecen farolillos asesinos,viandantes que disparan a la luna. Aparecen esquinas fieles al determinismo, papeles que forman tormentas, escondiendo con disimulo algún que otro sentimiento...
La calle no es siempre sincera, y es que Caperucita no siempre llega a casa de la abuelita, Hansel y Gretel cambian de ruta y Dorothy puede que padezca agorafobia, ¿¡quién sabe de sus misterios!? La calle tiene un corazón libre, libre libre y sus habitantes también.
La calle es un mundo laberíntico, un paseo sin guía, relativo al alma,la calle es una prolongación de nuestra verdad por todos los sentidos..., pero ¿quién dice qué el alma nos puebla?, y si tuviéramos que aceptar resignados qué somos lo palpable y poco más, quizá sería más sencillo, quizá sería más mentira todavía.
A veces dibujo corazones, otras veces saetas, en ocasiones grito sin cesar, a veces hablo hilando..., y es que a veces me siento cartógrafa capaz de trazar cualquier camino, nada más.
Imagen perteneciente a PATRICIA METOLA
En otro asunto...,BOHÈME DANS LA LUNE , tres años, doscientas entradas y más que palabras.
