Como moscas ante el dulce o mosquitos ante la luz, vamos cayendo dando torpes golpes al aire hasta posarnos sobre la tierra húmeda en posición yaciente, inmóviles, mirando al vacío.
Las pretensiones y trivialidades, el luto eterno de las almas, bien para aparentar, bien para dejar de afrontar. A estirones la piel se desgarra y los músculos se tensan rozando el éxtasis, pero cuando toca el alma, cuidado, el desangre es inmediato.Cuéntales a todos que vale la pena..., de cuando nos giramos la cara y hacemos naumaquias entre barcos de papel o de nueces. Nos quebramos el alma a dos manos.
Arderán las velas y el mástil quedará desnudo, perdidos a la divina voluntad del mar, la orilla el azar del amanecer. Vislumbraste tierras repletas de arena, fatiga tanto andar sobre la arena. Faquires sin experiencia, traga cuchillos y pisa brasas.
Los dulces sueños podrían romper la dieta, seremos Freddy Kruger en una fiesta infantil, ¿de quién es el cumpleaños?
1 comentario:
Me gusta, en cambio, a mí tener sueños dulces, y pensar que me estoy meciendo tranquilamente en un mar de nubes algondonosas.
Besos.
Publicar un comentario