viernes, 2 de octubre de 2009

...realidad

Cuando vivías en La Castellana

Cuando vivías en la Castellana
usabas un perfume tan amargo
que mis manos sufrían al rozarte
y se me ahogaban de melancolía.
Si íbamos a cenar, o si las gordas
daban alguna fiesta, tu perfume
lo echaba a perder todo. No sé dónde
compraste aquel extracto de tragedia,
aquel ácido aroma de martirio.
Lo que sé es que lo huelo todavía
cuando paseo por la Castellana
muerto de amor, junto al antiguo hipódromo,
y me sigue matando su veneno.
LUIS ALBERTO DE CUENCA

A propósito de un "extracto de tragedia"
Sugerente podría ser sin dificultades un gran acompañante para extracto de tragedia, lástima que la competencia sea más fuerte e ironía le vaya como el llanto al dolor.
Me pregunto si alguno de ustedes no ha sentido el frío sobre su piel, el tacto amargo de un recuerdo..., tranquilos, se vive, parcialmente pero se vive.

La vida es una ironía, tan amarga a veces, que el único remedio , a menudo, es observar con resignación ante el espejo, los rastros de tragedia que pueblan los ojos y derrotados bebernos poco a poco esa amargura.

5 comentarios:

Rosita Fraguel dijo...

¿Es tuyo?
:*

Esther dijo...

No estaba acabada la entrada..., se me escapo antes de tiempo. ;)

Rosita Fraguel dijo...

¡Qué rápida he sido entonces! :)

Un besote

Miguel dijo...

La vida se nos muestra a veces irónica y amarga, pero como tú dices, si te miras en el espejo de la realidad, puedes compadecerte de tu tragedia, o envalentonarte y salir fortalecido a remediar las ironías y amarguras de la vida.

Un abrazo.

Patricia Cruzat Rojas dijo...

Besos abrazos y cariños!!!!!!!!!!

 
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