jueves, 26 de noviembre de 2009

En cada esquina -I

EN CADA ESQUINA -I

Supongo que lo hacía por protegerme ,a pesar de conocer que el proteccionismo es extremadamente negativo, lo hacía para defenderme, para que nadie llegara a mí.


Todo comenzó un día, uno de esos días que se disfrazan de felicidad y guardan espinas de rosal en su cara más oculta. Nada salido de contexto , risas , conversaciones sin trasfondo..., pero algo ocurrió, miradas , palabras...,demasiada velocidad para alguien que nunca fue fan de las carreras.


Creo que soy tan torpe que jamás llegaré a explicar lo que me ocurrió, es más si lo pienso quizá no fue nada , pero aquello clausuró mi alma, mis pensamientos y pinto sobre mi rostro una máscara monótona que exclamaba optimismo.

A partir de aquello nadie, y cuando hablo de nadie sé bien a lo que me refiero, quería ver más allá de aquella falsedad que yo mostraba y a mí no me interesaba nada más. No conocía la plenitud y no me importaba.

Hablando de esto viene a mi cabeza un suceso,que quizá comenzó a inquietar la estabilidad ignorante:

Era una tarde de lluvia fría, yo sentía una terrible debilidad por aquellas tardes que emborronaban el maquillaje y me invitaban a fundirme con las aceras. Caminaba sin más ,mirando hacia arriba , no despistada ,simplemente alejada, y así entre mirada al cielo, me tropecé y una mano se posó sobre mi hombro:


-No huyas-me rogó mientras acariciaba mi rostro-.


Yo, cobarde,corrí porque vi en su rostro el poder de romper la clausura de todo lo que ocultaba... Aquella noche vi de nuevo en la repisa de la ventana el fulgor de las alas de una pequeña que golpeaba el cristal sin producir a penas sonido, me dí la vuelta y fingí dormir.

3 comentarios:

Daniel Marcos dijo...

Eshter, cada día estoy más seguro, tienes un don, un poder oculto, una magia especial cuando escribes que hace que me pegue a tus palabras y quiera seguir leyendo y leyendo más y más allá; espero que continues muy pronto.

Por otra parte, muchas gracias, tus comentarios sobre La Plañidera me han llegado al corazón.

Miguel dijo...

Precioso y trepidante relato el que has iniciado. Te vas superando Esther. Espero el nudo y el desenlace de este relato.

Un abrazo.

Unknown dijo...

que bonito *-* me gusta como escribes!

como tu dices: simplemente eres genial :)

 
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