Algo me ha recorrido el cuerpo, y el gusanillo de saber más, me ha puesto ,ha analizar el poema, conocía ya la historia de su autor, Miguel Hernández, pero no la importancia emocional de esta maravillosa composición.
Cuando la guerra civil acabó, y Franco se proclamó, a los poetas se les dio caza, por ser de izquierdas, o sencillamente por ser más libres que nadie con sus versos. Muchos huyeron, y otros muchos cayeron en manos de guardia civiles, marchitando su alma entre cuatro paredes, y torturas diarias. Me centraré el Miguel Hernández, casado, y con su hijo recién nacido, se lo llevan a prisión.
Lo liberan años después, lo vuelven a condenar, le imponen la pena de muerte, se la quitan, y finalmente muere por no recibir asistencia médica. Jugaron con su libertad,con su vida, le prometieron cosas que no cumplieron, muchas versiones cuentan que el hecho de que ingresará en prisión se debe, a su enemistad con un eclesiástico, que cuando lo liberan, hace que lo vuelvan a encarcelar, cuentan que le prometieron la libertad, si decía que creía en Dios, y que cuando lo dijo, le dejaron morir, sin liberarlo y sin otorgarle ayuda médica.
Nanas de la cebolla, es una nana escrita para el hijo que nació poco antes de que fuera encarcelado. En la época de post-guerra había hambre y desesperación en casi todos los hogares, al igual que en el de Miguel, que su mujer y su hijo no recibían ningún tipo de dinero.
Nanas de la cebolla, la escribió desde la prisión después de recibir una carta de su mujer, que le contaba que se alimentaban tan solo de pan y cebolla.
No solo pereció Miguel, sufrieron muchos, demasiados muertos en una guerra que no debería haber existido.Demasiadas almas inocentes manchadas de sangre, demasiadas almas poéticas fusiladas, demasiados muertos sin nombre...
La historia es dura, pero hay que conocerla, para no caer en los errores del pasado, para sentir un escalofrío cuando Serrat, canta Nanas de la cebolla,para saber, y conocer a aquellos, que hicieron algo, y por los que ahora las cosas están como están.
Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
Miguel Hernández
Miguel Hernández
6 comentarios:
Triste muy triste :(
Miguel no murió en vano, ni hablar, porque hoy una chica de un pueblecito, le ha recordado, y se ha molestado por saber de él, y no se ha quedado con ninguna verdad más que con la suya propia.
P.D:Añoro las conversaciones por msn...e pedazoo de empollonaaa ¬¬...
+ - +
Lamentablemente los seres humanos fuimos, somos y seremos, seres asquerosos que nos matamos y envidiamos entre nosotros... y creo que la situación no está yendo a mejor; ahora bien, todavía podemos mejorarla.
Mas que una triste historia, es una cruel e injusta historia....
que solo demuestra una y otra vez como el poder corrompe, y las bajezas de las que es capaz el ser humano...
sin embargo,
de toda historia triste siempre...
por suerte siempre nace igual algo lindo y rescatable...
una canción, un recuerdo...algo que nos permita ver...y sentir,
que no todo es en vano.
muchos besitos y suerte en tus estudios mi niña linda que te quiero!!!
muak
paty.difusa
El magistral Serrat retrató con música la desesperada poesía de Hernández, y tú , la bohemia de los blogs, has retratado con palabras, y con tu dulzura característica, la desesperante situación de aquellos días que Dios quiera no vuelvan a repetirse. Un diez, Esther.
Gracias, muchísimas gracias, era un tema que llevaba en emtne hace días a tratar aquí en el blog, me alegro de que hayáis derramado por aquí vuestras palabras, por lo que paso, por Miguel Hernández y por todos a los que les arrebataron el alma.
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