Acordes

Acababa de perder el tren, yo que pensaba huir de todo, y he perdido la oportunidad, quizá ha sido el famoso destino que predijo que debía quedarme aquí. Ahora mismo, con los ojos tristes que me caracterizaba desde hacía un tiempo, decidí con mi maleta llena de recuerdos y con su voz en la cabeza, pasear por las calles iluminadas con el brillar de cuatro farolas, que pretendían ser estrellas...
Cada vez la noche me dolía más, hacia tanto frío, debía volver, sólo una noche, sólo unos instantes, y decidir mañana si debía coger otro tren, pero debía regresar.

Me planté frente a la puerta, con las llaves en las manos, respiré hondo, muy hondo, ¿cómo habría sufrido mi ausencia?, ¿ lo había hecho?, ¿estaría?, ¿solo?...

Abrí la puerta, necesitaba dormir, y quizá, verle; y así fue, le vi, tirado en una esquina con la guitarra al lado, llorando, hacía tiempo que no le veía llorar, el corazón quiso escaparse por mi boca, cuando se levantó, pidió silencio, y apagó la luz.

Oí la guitarra, se me escapo una lágrima traviesa, cuando su voz entonó una melodía más que familiar, que acompañó con aquellos acordes que creaban el amor en otros tiempos...

Poder tener nuestro escondite
Al otro lado de la luna
Y así tocar
Las estrellas y planetas más lejanos
Con nuestras manos...

Acabó de tocar, y oí el ruido de la guitarra al caer al suelo, le busqué entre la oscuridad, y el calor, del que en realidad era mi hogar, le encontré y acaricié su cara, empapada. Le cogí entre mis brazos, y oí como susurraba un: no te vayas...

Quizá a veces, el destino...lleva la razón...



Volviendo a retomar la guitarra, y es que los conciertos privados motivan a cualquiera :)